El turismo activo es una tipología de turismo en la que destaca la realización de actividades en ambientes naturales, ya sea observación y contemplación o actividades que requieren algún esfuerzo físico, tales como el turismo de aventura.
Al ser actividades realizadas al aire libre, éstas están muy ligadas al medio natural donde se desarrollan, es decir, este tipo de actividades no puede realizarse en zonas cubiertas, dotando de mayor importancia a la acción que se realiza que el lugar en sí.
La explosión ó auge de estas actividades podemos encontrarlo a mediados de los años 90, debido a razones tan diversas como el incremento del tiempo libre, aumento de la renta familiar, búsqueda de adrenalina… y consolidándose como una fuente de ingresos para zonas. 
Estas son algunas de las actividades que se engloban en el llamado turismo activo: arborismo, montañismo, escalada, espeleología, ciclismo de montaña, barranquismo, kayak, descenso de ríos, buceo, paracaidismo, vuelo con ala delta o parapente, senderismo, paintball, ocio experiencial, rutas guiadas en buggies y quads, segway, etc.
Andalucía reúne las características necesarias para situarse como uno de los principales destinos de turismo activo del país: sus horas de sol, su situación geográfica y su amplia oferta. Pero existe una provincia que destaca sobre las demás: Granada, donde podemos realizar actividades como senderismo, escalada o barranquismo, entre otras.
El sur de España cuenta con más de 80 empresas dedicadas a la realización de turismo activo, englobando descenso de cañones, escalada, espeleología, montañismo, piragüismo, parapente, ala delta, escalada en rocódromo, buceo, entre otras posibilidades como las realizadas en zonas de interior como la hípica.
Pero destacan las relacionadas con la costa como el windsurf o el kite-surf cuya mayor representación se da en el Estrecho de Gibraltar, especialmente en Tarifa, donde se ubican más de 30 escuelas para aprender y reinventarse en actividades como el paddle surf en las aguas de Valdevaqueros.