Partimos desde Madrid en un vuelo comprado aquíVuelo + Hotel desde Madrid a La Habana. Habíamos adquirido un paquete de viaje por unos 900€ que incluía tres noches en La Habana y cuatro noches en Varadero, estuvimos a punto de elegir otro de tres dias que estaba en unos 600€ pero era solamente de tres dias.

la habana playa
Tras nueve horas de vuelo, llegamos al Aeropuerto de La Habana alrededor de las 21:00 hora local. Desde el aeropuerto, con un calor y una humedad increíble, tomamos el bus de Travelplan que nos llevaría a nuestro hotel al cual llegaríamos 30 minutos más tarde. Lo primero que nos llamó la atención en este primer contacto con La habana fue que las calles eran muy oscuras, había poquísimas farolas y para ser en torno a las 22:00 estaba todo bastante desierto.
El Hotel Vedado Saint John´s es un complejo de dos hoteles, lo mejor de este hotel es sin duda el desayuno tipo buffet y la situación, en plena zona de Vedado justo al lado de la calle 23 donde se concentra toda la vida nocturna de La habana. Lo peor fue la atención del personal, los recepcionistas no eran muy competentes, para resolver un problema con una familia mexicana a los cuales no les aparecía en el registro, nos tuvieron más de una hora esperando para chequear. Los tres recepcionistas que había, fueron todos a una, es decir estaban “intentando” resolver el problema con esta familia mientras el resto mirábamos atónitos esperando nuestro turno, ¡¡ un desastre!!. Este hotel no tiene casa de cambio por lo que para cambiar nos remitieron al Hotel Nacional. A todo hay que añadir que el baño era bastante cutre, nos tuvimos que duchar con zapatillas y la vecina del bloque de al lado nos veía cada vez que nos duchamos debido a una ventana en la ducha sin cortina ni nada. Por lo general un hotel muy limitado, básico para dormir y nada más.
Entre una cosa y otra cuando nos acomodamos en la habitación eran las “tantas” de la noche, estaba todo cerrado así que lo único que pudimos cenar eran unos bocadillos que llevábamos en la mochila.

la habana

Segundo díaen  La Habana

Nos levantamos temprano y nos dirigimos al imponente Hotel Nacional (C/ 21 y O), un hotel con muchísima historia en el que se alojaron personalidades de la talla de Wisnton Churchill, Wall Disney, Frank Sinatra o Ava Gadner, entre otros, las fotografías de alguno de estos personajes cuelgan en sus fantásticos pasillos. El aire acondicionado lo tenían a todo trapo en todo el hotel exepto en la casa de cambio, por lo que entre la gente que había esperando y el calor, desistimos de la idea de cambiar dinero en este hotel.
Volvimos de nuevo al Hotel Vedado donde habíamos quedado con nuestro guía. Nuestro viaje a Cuba fue, como ya he indicado, un viaje preparado en pocos días por lo que decidimos contratar a Yoander, un chico cubano casado con una malagueña que nos hizo de guía llevándonos a los lugares más importantes de La Habana Vieja.
Desde el hotel, tomamos un taxi compartido para dirigirnos a La Habana Vieja, estos taxis son los típico coches americanos de las pelis de Grease. Previamente hay que negociar el precio del trayecto, no debéis pagar más de 2-4 pesos cubanos, en esta ocasión tuvo que pagar el guía ya que nosotros aún no habíamos cambiado. Si queréis tomar un taxi común deberéis también negociar el precio, no debéis pagar más de 5 cuc, un truco es decir al taxista que es lo que pagasteis en el anterior taxi.



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Comenzamos nuestra visita por La Habana Vieja en el Capitolio, un imponente edificio inspirado en el Capitolio de EEUU que fue construido en un principio para albergar el congreso de la República de Cuba. Desgraciadamente estaba en obras y no pudimos visitarlo por dentro. Justo al lado del Capitolio se encuentra el Gran teatro de La Habana, un espectacular edificio que albergaba la antigua Casa de Galicia. En esa misma acera también se encuentra el Hotel Inglaterra, el hotel más antiguo de La Habana en cuya terraza exterior se reunían los miembros independentistas cubanos y donde se fraguo parte de la revolución. Al lado del Hotel Inglaterra, encontramos el Hotel Telégrafos, con una cafetería en su patio interior que tenía aire acondicionado, algo que en Cuba se agradece bastante. Avanzamos por el Paseo del Prado, muy parecido al de Madrid, hasta llegar al Malecón. En este bello paseo, había habaneros que se te acercaban y te preguntaban tu nombre; al decirles el nombre te rodeaban y te cantaban una canción para después pedirte dinero o algún regalo. Nos llamó la atención la maquinaria propagandística del gobierno con multitud de banderas cubanas colgadas en las fachadas de los edificios.

la habana y sus coches

Capitolio, La habana, Cuba Gran Teatro Nacional, La Habana, Cuba Paseo del Prado, La Habana, Cuba

El Malecón fue, sin duda, una de las grandes decepciones del viaje, nos lo esperábamos totalmente distinto. Lo que nos encontramos fue una avenida asfaltada y un paseo de cemento con muy poco encanto que desprendía un calor sofocante. Caminamos hasta Plaza 13 de Marzo, a la altura del impresionante edificio de la Embajada Española, el Castillo de San Salvador de la Punta y el Túnel de La Habana, se ubica el Monumento a Máximo Gómez. Por esta zona también se encuentran los Restos de la antigua muralla, el Museo de la Revolución y el Memorial Granma situado en la Avda. de las Misiones y Avda. Zulueta. No visitamos este museo ya que lo desaconsejaban en muchas guías de viajes, además aún no habíamos cambiado.

El Malecón, La habana, CubaEl Malecón

Intentamos cambiar algo de dinero en el Hotel Mercure Sevilla situado en la calle Zulueta pero fue imposible ya que solo cambiaban a clientes. Finalmente pudimos cambiar en una Cadeca (casa de cambio) que se encuentra en la C/ Obispo, una de las calles más comerciales y transitadas de la ciudad. Cambiamos euros por cuc (dolares convertibles), hay que tener en cuenta que en Cuba se puede pagar en pesos cubanos o en cuc, ¡ojo con los intentos de timo!, ya que por la calle te intentaran cambiar cuc o euros por pesos cubanos y estos no tienen validez alguna. La única validez que tienen estos pesos cubanos es para las pequeñas compras en puestos o para los taxis. En los comercios en los que se puedan pagar en pesos aparecerá inscrito M/N y será más barato que pagar en cuc. Al cambio 25 pesos cubanos es igual a 1 cuc, y 1€ es igual a 1,20 cuc. Nosotros cambiamos lo suficiente para los gastos y guardamos 25 cuc por persona, ya que es el impuesto que te cobran a la salida del país
Antes de la calle Obispo pasamos por el Edificio Bacardí ubicado en la Avda de Bélgica nº 261, este edificio fue la sede de la mítica compañía ronera.

Edificio Barcardi, La Habana, Cuba

En la C/ Obispo se encuentra el Ministerio de Finanzas y Precios Justos y el Hotel Ambos Mundos, el hotel donde residió el escritor Ernest Hemingway. Esta calle finaliza en la Plaza de Armas, una preciosa plaza en la que se encuentra el Palacio de Capitanes, donde residió la primera autoridad de La Habana y el famoso Templete, que es el lugar donde se fundó la ciudad. En la ceiba que se encuentra a la entrada al templete fue el lugar donde se celebró la primera misa de La Habana, la tradición dice que hay que tirar una moneda, rodear la ceiba tres veces y pedir un deseo. La plaza esta repleta de vegetación con el impresionante Castillo de la Real Fuerza en uno de sus laterales.

Templete, La Habana, CubaCastillo de la Real Fuerza, La Habana, CubaPlaza de Armas, La Habana, Cuba

Desde Plaza de Armas nos dirigimos a la Plaza de la Catedral, sin duda la plaza más autentica de La Habana. En esta plaza pudimos ver a las típicas cubanas habaneras, con unas especies de turbantes en el pelo, sus faldas largas multicolores y un puro en la boca. En esta plaza se encuentra la Catedral de La Habana, un edificio del siglo XVIII, de estilo barroco y dos campanarios laterales asimétricos, en el que estuvo enterrado Colón. En uno de los laterales de la plaza se encuentra una cafetería con un espectacular patio interior, se puede subir a la segunda planta y desde sus balcones obtener unas vistas fantásticas de la catedral.

Plaza de la catedral, La Habana, CubaCatedral, La Habana, CubaPlaza de la catedral, La Habana, CubaPatio cafetería Plaza de la catedral, La Habana, Cuba

Después de la visita a esta plaza, marchamos hacia la conocidísima bodega “La bodeguita del Medio” que se encuentra en la C/ Empedrado 207. En esta bodeguita es el lugar donde el escritor Ernest Hemingway se tomaba los famosos mojitos cubanos. La bodeguita es muy pequeña y está repleta de turistas por lo que hacernos un hueco en ella, fue toda una odisea. Nuestro guía habló con uno de los camareros para que nos dejaran acceder a la zona de comedor, esta zona estaba cerrada debido a que no era la hora de comer. El comedor nos llamó mucho la atención ya que era un lugar muy pintoresco, con las paredes repletas de firmas de los visitantes y en las que había colgadas fotografías de visitantes ilustres. Debido a el calor, lo que menos me apetecía era alcohol, pero bueno…..¡¡era lo que tocaba!!. Pedimos un mojito cada uno por 5€, algo carísimo para ser La Habana, y la verdad es que ¡¡no nos gustó nada!!!!. El mojito lo hacen con ron Habana Club y ese ron es demasiado fuerte para nosotros, acostumbrados a los mojitos de ron miel. En este local, al igual que en el resto de calles de La Habana, hay que tener cuidado con los intentos de timo, se nos acercó un señor mayor con un gorro blanco, era el típico habanero, nos dio conversación y nos preguntó nuestros nombres y procedencia, al rato apareció con una poesía en papel y un cd grabado por él, con la intención de que se lo compráramos. Al buen hombre le dijimos que no nos interesaba y le dimos algún que otro cuc por la poesía, sin embargo al señor no le resultó suficiente y prácticamente nos tiró el papel a la cara.

La Bodeguita del Medio, La habana, CubaLa Bodeguita del Medio, La habana, Cuba

Tomamos la calle Mercaderes una vía totalmente restaurada donde se encuentran las grandes casas coloniales de La Habana. En frente de una de estas casas coloniales pudimos contemplar un mural muy curioso que representa la misma fachada de la casa colonial pero con personajes de la época, algo que nos llamó la atención es que uno de estos personajes burgueses era negro algo muy raro en esos años. En esta calle también se encuentra el delicioso museo del chocolate, con un olor irresistible al pasar por su puerta, además del Hotel Los Frailes, un hotel muy curioso que emula un convento. Paseando por la calle Mercaderes llegamos a la Plaza vieja, una bonita plaza totalmente restaurada, en la que se encuentra la Cámara Oscura y multitud de cafeterías, restaurantes y cervecerías en las que puedes tomar cervezas mientras escuchas la actuación de una charanga. En medio de la plaza se encuentra una peculiar escultura de una chica montada en un gallo, una escultura modernista que no pega mucho con el entorno del resto de La Habana.

Plaza Vieja, La Habana, CubaEscultura Plaza Vieja, La Habana, Cuba
Desde la Plaza Vieja nos dirigimos a la Plaza de San Francisco, plaza que recibe su nombre por la iglesia de San Francisco de Asís situada en la misma. Está plaza es muy importante ya que en ella se encuentra el muelle donde atracan los barcos que llegan cargados de turistas. Es la tercera plaza más antigua de La Habana. En su centro se encuentra la Fuente de los Leones, realizada en mármol blanco que recuerda mucho a la famosa fuente de la Alhambra. Justo al lado de la iglesia, se encuentra la escultura del llamado Caballero de París, un personaje muy conocido en la década de 1950 que deambulaba por las calles hablando de diversos temas de manera muy educada, la tradición dice que hay que tocarle la barba y pedir un deseo. En un lateral de la plaza, en la puerta de la lonja del comercio, al igual que en la Plaza Vieja, se sitúa una escultura modernista.

Iglesia San Francisco de Asís, La Habana, CubaEscultura Plaza San Francisco de Asís, La Habana, Cuba

Tras esta visita, nos dirigimos a comer, al restaurante Los Nardos justo en frente del Capitolio en el Paseo del Prado 563 Primer piso. Es un restaurante muy concurrido, en el que normalmente hay que esperar mesa, la cocina es muy buena y el precio muy barato, salimos a menos de 15€ por persona, al personal de la puerta hay que indicarle que deseas ir a Los Nardos, ya que en el mismo edificio hay varios restaurantes pertenecientes a la Sociedad Asturiana de Restaurantes.
Después de la comida fuimos a tomar el famoso daiquíri de “El Floridita” (C/ Obispo nº 557), uno de los lugares preferidos por Hemingway, el daiquiri estaba más bueno que el mojito de La Bodeguita del Medio, pero era igual de caro. En la parte de la barra donde se situaba el famoso escritor, se encuentra una escultura del mismo.

La Floridita, La Habana, Cuba La Floridita, La Habana, Cuba

Una vez acabado nuestro daiquiri, callejeamos hasta llegar a la Avda. del Puerto. Allí entre las calles Sol y Santa Clara se encuentra la Iglesia Ortodoxa de Nuestra Señora de Kazán. Es curioso encontrar una iglesia de estás características en Cuba, pero hay que tener en cuenta que uno de los principales socios comerciales de Cuba es Rusia. Justo en frente de esta iglesia tomamos un ferry hasta Casablanca. El ferry era una chatarra en la que tuvimos que ir de pie y agolpados, todo sin aire acondicionado, así que imaginaros….. Las medidas de seguridad para montar en el ferry eran altas debido a que uno de estos cacharros fue secuestrado con pasajeros y todo e intentaron llegar a Florida, algo claramente ilógico ya que creo que nadando hubieran llegado antes.
Casablanca es la zona que se encuentra justo en frente de La habana Vieja, desde allí subimos unas largas escaleras, previa toma de una bebida energética, hasta el espectacular Cristo de Cuba. Este bello cristo es muy parecido al Cristo Redentor de Río de Janeiro, es una escultura de 20 metros de alto sobre una base de 3 metros, que fue esculpida en Italia y bendecida por el Papa PioXII. Esta escultura, fue encargada por Batista, y a los quince días de su inauguración Fidel Castro entró en La Habana. El cristo se alza imponente a 51 metros sobre el mar y se puede ver desde muchos puntos de la ciudad. Desde este punto se pueden apreciar unas vistas espectaculares de La Habana, muy aconsejable.

Cristo de La Habana, Cuba

Cristo de La Habana, Cuba
Cristo de La Habana, CubaVistas de La Habana, Cuba
Justo al lado de el Cristo de La Habana, se encuentra el Instituto para la detección de Huracanes, con una fea escultura en su patio delantero. También se encuentra La Cabaña de Che Guevara, lugar donde residió unos meses y donde se encuentran objetos como la camilla que traslado su cadáver.

Cabaña de Che Guevara, La Habana, Cuba

Desde aquí anduvimos por una carretera que pasaba cerca de un cuartel Justo al lado de esta carretera pudimos ver diversa maquinaria militar, pero la policía nos prohibió realizar fotos. La carretera nos condujo a la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, la mayor edificación militar construida por España en América, y al inexpugnable Castillo del Morro donde tiene lugar la ceremonia del cañonazo. En este punto negociamos con un taxista la tarifa hasta nuestro hotel, tomamos el túnel de La habana y una vez llegados al hotel nos despedimos de nuestro guía.

Castillo del Morro, La Habana, Cuba

Descansamos un rato y salimos a cenar, a un restaurante llamado La Roca (C/21 en Vedado). Llegamos sobre las 21:30 pero ya no admitían a más clientes debido a que el restaurante por la noche se convierte en sala de espectáculos, por lo que hay que ir muy temprano. Improvisamos la cena en un local de la calle 23. Tomamos un poco de pescado con “Tu Kola”, la CocaCola cubana pero mucho más dulce y con mucho menos gas. A pesar de todo lo que se pueda pensar en Cuba también se bebe CocaCola, aunque importada desde México, no obstante no deja de ser una marca estadounidense. Cenar en este local fue barato, aunque tampoco como para tirar cohetes, lo bueno es que había un grupo amenizando al personal.
Después de la cena paseamos por la concurrida Calle 23, el centro nocturno de La Habana. Multitud de jóvenes paseaban por la calle, lo que más nos llamó la atención es que cientos de personas se apostaban entre el final de esta calle, la zona conocida como la Rampa y el Malecón. Estas personas simplemente estaban allí para charlar un rato y ver a la gente pasar, no hacían nada más.
El tópico de que Cuba es igual a sexo se hizo patente esa noche, se nos acercaban chicas y chicos ofreciéndonos compañía, a veces se te acercaban de forma disimulada entablando una conversación muy normal, otras te lo proponían directamente. Con esto quiero decir que quien busque en Cuba sexo lo encontrará seguro. Algo que hay que tener en cuenta son los timos, a pesar de que Cuba es un país muy seguro, las necesidades que pasan la población son altas, por lo tanto hay muchos cubanos y cubanas que se dedican a engañar a los turistas, aún arriesgándose a las reprimendas de las autoridades.
En la Calle 23 pudimos también visitar la mítica heladería Coppelia, de la película “Fresa y Chocolate” y el cine “Yara” donde proyectaban la película “Manolete”. Otra incongruencia que nos dejo muy asombrados fue que en Cuba si se ve cine estadounidense, películas como Batman se proyectaron en sus cines algo que ni el mismo guía nos supo explicar. El gobierno estaba en contra de todo lo estadounidense pero sin embargo si permitían la exhibición de pelis yankis.
A pesar de que la calle 23 es el centro nocturno de la ciudad, no había un gran número de locales, para tomar una copa sin necesidad de entrar en un club tuvimos que ir al cercano Hotel Nacional. La terraza de este hotel es una gozada, con música en directo, y unas vistas al Malecón y a la ciudad espectaculares.

Malecón, La Habana, CubaMalecón, La Habana, Cuba

más tarde nos planteamos ir al Club Tropicana (C/ 72), pero su precio nos parecía desorbitado, para los que les gusten este tipo de espectáculos pueden disfrutarlo también en Parisien, ubicado en el Hotel Nacional, mucho más asequible que el Tropicana.

Tercer día: La Habana

Nos levantamos temprano para disfrutar del maravilloso desayuno buffet del hotel. Ese día íbamos a conocer por libre el resto de La Habana, sin la necesidad de contratar un guía.
Nuestra primera intención fue visitar el cementerio y la Plaza de la Revolución. Comenzamos a caminar por la Calle 23 en dirección contraria al Malecón, en esta calle hay una Cadeca (Casa de Cambio), donde volvimos a cambiar dinero. Tras caminar un rato se nos acercaron unos tipos muy majos que iban hacia la parada del bus, al decirles que eramos españoles nos comentaron con todo lujo de detalles, la triste noticia del tren de Santiago. Habíamos escuchado la noticia pero no nos imaginábamos que hubiera sido tan grave.

Con el cuerpo un poco “cortado” por la triste noticia, nos despedimos de los chicos y caminamos, caminamos y caminamos. La calle 23 parecía no tener fin, esta calle es una inmensa avenida muy parecida a las típicas avenidas americanas de las pelis, con construcciones totalmente decadentes al igual que el resto de La Habana y salpicada con banderas cubanas e imágenes del Che Guevara. Con el calor que hacía se nos hizo muy complicado recorrer esta inmensa calle hasta llegar al cementerio. Cuando por fin llegamos no pudimos entrar ya que un señor al ver que éramos turistas, nos indicó de manera poco educada que teníamos que pagar entrada, cosa a la que nos negamos por lo que tanto andar no nos sirvió de nada.

Cementerio La Habana, CubaLa Habana, Cuba

Desde el cementerio emprendimos la marcha hacia la Plaza de la Revolución. Este trayecto no lo recomiendo hacer andando, debido al impresionante calor estuvimos a punto de desfallecer, y lo peor es que no pasó ni un solo taxi. Al llegar a la Plaza de la Revolución, nos encontramos con una explanada inmensa, sin una sola sombra en la que cobijarnos del sol. En esta plaza se sitúa el colosal monumento a José Martí, el conocido edificio del Ministerio del Interior con el mural del Che y el edificio del Ministerio de Comunicaciones con el mural de un señor que juraría que era Fidel , sin embargo realmente no representaba al mandatario cubano sino a Camilo Cienfuegos un héroe independentista cubano según me aclaró Alfredo (un lector).

Plaza de la Revolución, La Habana, CubaPlaza de la Revolución, La Habana, CubaMonumento Jose Martí Plaza de la Revolución, La Habana, Cuba

En la Plaza de la Revolución negociamos el precio de un cocotaxi para dirigirnos a La Habana Vieja. El paseo en estos pequeños vehículos fue muy divertido, nos lo pasamos genial, ¡¡absolutamente recomendable!!. Además como están descubiertos se agradece la brisa. Los transportes en La Habana no tienen aire acondicionado, así que los cocotaxis parten con ventaja.

Cocotaxis La Habana, Cuba

Llegamos en unos diez minutos a La Habana Vieja, nos apeamos en el Capitolio y desde allí nos dedicamos a callejear. Es justo en ese momento, sin guía y sin visitar puntos turísticos cuando comenzamos a tomar el pulso a la ciudad de La Habana. Una ciudad totalmente decadente pero con cierto encanto, con las fachadas de los edificios totalmente deterioradas, ropa tendida en tendederos que colgaban desde las ventanas, puestos de frutas en la calle, botas colgadas desde los cables de la luz que a diferencia que en España no significa que sea un punto de venta de ninguna sustancia ilegal, chicos jugando al fútbol en las calles, una ciudad con un olor característico no muy agradable, una ciudad en la que sus gentes se te acercan sin más para charlar un rato.¡¡Ojo!!, no todo el mundo se te acerca con esa intención, un consejo es no decir nunca que es vuestro primer día, ni facilitar la dirección de vuestro hotel, tampoco decir que os hospedáis en un hotel de lujo.

La Habana, CubaLa Habana, CubaLa Habana, Cuba

Entramos en alguna que otra galería de arte y nos paramos a escuchar a las charangas. También tomamos una cerveza en la Plaza Vieja, y huyendo del calor, disfrutamos de un riquísimo zumo de frutas en la terraza interior del Hotel Telégrafo.
Para comer volvimos a Los Nardos, ya que el día anterior nos había gustado el sitio. Para comer también podéis optar por Paladares, casas no estatales reconvertidas en pequeños restaurantes familiares que suelen ser más baratos que los restaurantes estatales. Cuando terminamos paseamos por el Paseo del Prado hasta llegar al Malecón. Desde allí nos propusimos llegar andando hasta nuestro hotel, algo que por supuesto no conseguimos. Eran las tres de la tarde y en el Malecón no había ni una sombra, las suelas de las zapatillas, al ser el suelo de cemento, se nos estaban derritiendo, ¡¡una auténtica locura!!. Decidimos tomar de nuevo un cocotaxi hasta nuestro el hotel.

La Habana, CubaLa Habana, Cuba

Ya en el hotel, descansamos un rato y salimos temprano a cenar. Sobre las 20:30 llegamos a La Roca (C/21), tenían una serie de menús, y tal y como aparecía en distintos foros fue muy barato, no llegó a 10€ por cabeza, aunque la comida no fue de tanta calidad como la de Los Nardos.
Tras la cena volvimos al Hotel Nacional a tomar unos mojitos, y antes de entrar en una discoteca, dimos una vuelta por el Malecón. Como la noche anterior, se nos acercaron chicas y algún que otro chico ofreciendonos sexo.
Aunque en las calles de La Habana hay bastante seguridad, los turista deben de tener mucho cuidado con los intentos de timo. Conocimos a un grupo de chicos que nos empezaron a hablar del país, hacían música protesta contra el gobierno y nos comentaron lo que ya todos sabemos, que el gobierno lo intentaba controlar todo y que ellos estaban totalmente en contra. Charlamos un rato con estos simpáticos chicos y nos propusieron que les acompañáramos a un garito al que iban. Sin embargo no nos terminamos de fiar, querían presentarnos a chicas y no sabíamos a ciencia cierta con la intención que iban. Cuando nos negamos a acompañarlos acabaron pidiéndonos dinero, esto fue algo que nos decepcionó bastante y vimos con claridad la intención que llevaban. Cuba tiene gente maravillosa, pero debido a este tipo de personas no sabes de quien fiarte, y es la verdad es que es una verdadera pena.
Acabamos la noche en una discoteca de la Calle 23, no recuerdo muy bien el nombre, dentro las chicas y chicos cubanos bailaban de una manera que en mi vida había visto, sin duda los cubanos llevan el baile en las venas,

Cuarto día: La Habana – Varadero.

Nos levantamos temprano ya que el bus de travelplan debía recogernos en la puerta del hotel, estuvimos 15 minutos antes de la hora indicada, pero el bus se retrasó algo más de una hora. Cuando por fin llego el bus, nos pusimos en camino rumbo a Varadero. Pudimos ver la propaganda gubernamental en numerosos murales que salpicaban la carretera, con banderas cubanas e imágenes del Che o frases como; ¡Viva la Revolución!. La carretera que nos llevaba a Varadero debía de ser una de las principales del país pero apenas tenía circulación. Cada pocos kilómetros había una patrulla de la policía, chicos y chicas muy jóvenes que daban la sensación de tener poco más de 18 años. Algo muy curioso, es que debido a que el parque automovilístico de Cuba es muy antiguo, cada pocos kilómetros encontrábamos un vehículo averiado en el arcén de la carretera.
A mitad del camino, realizamos una parada en un bar donde ponían unas piñas coladas riquísimas. A unos veinte minutos de Varadero y muy cercano a la ciudad de Matanzas se encuentra el Valle de Yumurí, sobre el que pasa el puente más alto de Cuba con 110 metros, el bus desaceleró para que contempláramos las vistas y realizáramos alguna que otra fotografía.

Valle de Yumuri, Cuba

Cruzamos la ciudad de Matanzas y poco después llegamos a Varadero, una inmensa “lengua de arena” en la que se sitúa una pequeña ciudad y decenas de hoteles, propiedad del gobierno pero gestionados por empresas hoteleras como, Riu, Barceló, Iberostar, Meliá…etc.
El bus nos dejó en la puerta de nuestro hotel Be Live Turquesa, un pequeño complejo, con una gran piscina central, un chiringuito de playa, un restaurantes buffet, otro italiano y habitaciones tipo bungalow; un hotel de cuatro estrellas cuya calidad es acorde con el precio que pagamos por él.
Varadero me recordó mucho a Cancún, una lengua de arena con multitud de hoteles seguidos unos detrás de otros, con playas de agua cristalina y arenas blancas, para nada comparables con las paradisiacas playas de República Dominicana o los Cayos cubanos. Es decir que si vas buscando fastuosas playas tropicales no las encontraras en Varadero. Además Cancún tiene un punto a su favor que no tiene Varadero, y es que es una gran ciudad con una animada vida nocturna algo de lo que carece Varadero, o por lo menos no llega al nivel de Cancún.
Otro punto en contra que tienen las playas de Varadero es que por la orilla pasean multitud de cubanos vendiendo sombreros, pañuelos, vestidos…etc, pero otros no venden nada y solo se dedican a intentar timar al turista a pesar de los esfuerzos del personal de seguridad del hotel por ahuyentarlos.

Hotel Be Live Turqueza, Varadero CubaVaradero, CubaVaradero, CubaVaradero, Cuba

Días 5, 6, 7 y 8: Varadero

Estos días nos dedicamos a descansar, hacer algo de deporte, comer y beber; aunque yo esto lo hice bien poco ya que debido al hielo de las bebidas, de los cuatro días que estuvimos en Varadero dos de ellos estuve con gastroenteritis. Un consejo que debéis cumplir a pies juntillas es no beber agua que no sea embotellada.
Uno de los días tomamos un bus en la carretera y nos acercamos a la ciudad. Estos buses suelen pasar recogiendo a los turistas por unos cuantos cuc. En la ciudad visitamos los múltiples mercados de artesanía y souvenirs, además de sus playas. En las aguas de estas playas se bañaban cientos de cubanos, algunos de ellos con camiseta.
El séptimo día, ya con el estomago un poco mejor, realizamos la excursión a Cayo Blanco. Esta excursión consta de un paseo en catamarán con una barra libre muy limitada, el alcohol que se servía no era de marcas conocidas. Este paseo se nos hizo demasiado largo ya que tuvimos que aguantar a un grupo de Hooligans que se bebieron todo el alcohol que había en el catamarán. La primera parada la realizamos en un delfinario, en grupos de unas quince personas fuimos entrando en el agua. El delfín pasaba por nuestro lado para que lo tocáramos, además de darnos besos y hacernos piruetas, ¡¡toda una experiencia!!. Cuba es uno de los lugares más baratos para bañarse con estos simpáticos animales. Tras el delfinario, la siguiente parada fue en unos corales para hacer snorkel, fue muy divertido pero nos tuvieron muy poco tiempo, tan solo unos veinte minutos. Por último llegamos a Cayo Blanco, un cayo con auténticas playas paradisíacas en el que pudimos comer langosta, y en el que estuvimos alrededor de hora y media. Tras la visita al cayo tocó volver a Varadero.

Delfinario Cuba, VaraderoDelfinario Cuba, Varadero
Cayo Blanco, Cuba

Cayo Blanco, Cuba

Llegado el último día, esperamos el bus que nos llevaría al aeropuerto de La Habana, este llegó hora y media más tarde. Ese día diluviaba, por lo que tardamos dos horas y media en llegar al aeropuerto. Una vez en el aeropuerto tuvimos que esperar una largísima fila de una hora y media para facturar ya que los cubanos tienen un ritmo de trabajo distinto que los europeos.
Después de facturar guardamos otra cola para pagar el impuesto de los 25 cuc, y tras esto accedimos a las puertas de embarque pasando primero un control de documentación de aproximadamente una hora. Por último pasamos el típico control que hay que pasar en todos los aeropuertos. Total que entre una cosa y otra, desde que salimos del hotel hasta que nos montamos en el avión pasaron unas 6 horas. Después nos quedarían nueve horas de vuelo, media hora de metro desde Barajas a Atocha, la espera de una hora en atocha y finalmente las dos horas y media del Ave. Y yo me pregunto… ¿¿ Merece la pena todo este viaje cuando en España tenemos playas como las de Baleares, Andalucía o Canarias??.
Sinceramente, si lo que vais buscando es playa yo me quedaría en España. Después de mi viaje a Cancun en 2007 me prometí que no volvería al caribe. Creo que en España tenemos playas que no tienen nada que envidiar al Caribe. Sin embargo tenía una enorme curiosidad por conocer Cuba y a sus gentes.
Sin duda ¡¡Cuba is different!!, es curioso comprobar la campaña propagandística del gobierno para intentar controlar a la población, algo que resulta casi imposible en un país que recibe millones de turistas al año. Un ejemplo es el que nos comentó nuestro guía, una creencia que se inculca en las escuelas es que la sanidad es solo gratuita en Cuba y no en el resto del mundo.
A pesar de todo, me esperaba un mayor control policial y un mayor aislamiento de la población. Nos encontramos una sociedad muy abierta a temas como el aborto o la homosexualidad, una sociedad en la que se escuchaba la música actual, se veía cine norteamericano o se bebía cocacola o red bull, una sociedad al tanto de muchas de las noticias que suceden en el mundo a pesar de no tener internet.
En resumen La Habana, sin ser una ciudad bonita ya que es una ciudad absolutamente decadente, creo que es una ciudad que hay que conocer al menos una vez en la vida. Es una ciudad estancada en el pasado, totalmente atípica, cuyos habitantes gozan simpatía a raudales. Y a pesar de que podéis tener alguna que otra mala experiencia sin duda no os podéis perder esta maravillosa ciudad.
En cuanto a Varadero es una región playera repleta de hoteles que lo único que puede ofrecer es sol y playas no muy paradisíacas. Si vais buscando este tipo de playas yo iría a los Cayos, auténticas playas paradisíacas no muy masificadas, de fina arena blanca y aguas turquesas.

Restaurantes:

Los Nardos (Paseo del Prado 563 Primer piso, Frente al Capitolio); Absolutamente recomendable.

La Roca (C/21 Vedado); barato pero de calidad media.

Jardín de Oriente (C/ Amargura esquina con C/Mercaderes)

Sancho Panza (C/ I, E/ 23 y 25, Cerca del Hotel Habana Libre), Recomendado por nuestro guía, según el bastante barato pero no tanto como La Roca.

Doña Eutimia (Plaza de la Catedral); Muy recomendado en todas las guías.

Flor de Loto (Salud 313, Gervasio y Escoba, Barrio Chino); recomendado en algunos foros.

Bares, Heladerías, Cafeterías y Discotecas:

Bodeguita del Medio (C/ Empedrado 207); visita imprescindible si visitas La Habana.

La Floridita (C/ Obispo nº 557); uno de los 10 bares más famosos del mundo.

Heladería Coppelia (C/ 23, Vedado); La heladería más afamada de La Habana.

Casa de la Música (Avda. 20 nº 3308, Esq. 35); el lugar para ver bailar a los cuban@s, más visitado por los turistas y las conocidas “jineteras” (Prostitutas).

Un comentario en «Ver La habana de manera barata»

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